domingo, 29 de noviembre de 2009

DOMINGO.



Hoy por tí, mañana por mí. Creo que a nadie le gustan los domingos, me paro a pensar en lo que me sugiere esa palabra: D-O-M-I-N-G-O. Yo la traduzco en lluvia, cama, concursos de tele absurdos, resaca o en su defecto malestar, y demás cosas por el estilo. Hace mucho que no paso un domingo que se parezca a un viernes. No quiero estar sola.

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